Hace 1 año abrió sus puertas en el número 105 de la calle Infanta Mercedes de Madrid el restaurante soko. Desde el primer día de su apertura está lleno de seguidores de su dueño, David Rodríguez, un joven que prácticamente se crió y creció en el ambiente gastronómico y que a lo largo de su brillante carrera profesional se ha ganado el aprecio y la simpatía de la gente guapa de Madrid.
Una mezcla que, junto con el imaginativo menú basado en comida de mercado, exquisitamente preparada a base de recetas que combinan la sazón tradicional mediterránea con la estética de la nouvelle – cuisine; pero en raciones generosas, como es el caso, por ejemplo, de la presa ibérica con frutos rojos, o sea filetes de cerdo con salsa combinada de cerezas, moras y fresas, o la merluza sobre cama de verduras, o el solomillo con salsa de quesos entre los platos principales, después de algunas entradas que son un acierto, como el carpaccio de cigalas con algas y lima o el revuelto de boletus con foie y teja de pan.
Y dentro de la lista de postres se destaca, entre otros, el tapón de chocolate templado con crema helada de mangos.